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Entrevista

Evolución en progreso. Miguel Egido. Opinión Digital. Abril, 2009.

«…todo cineasta tiene una responsabilidad en cuanto a que sus obras influyen en las nuevas generaciones…»

 

Francisco de Lucas es director de cine y guionista, que ha obtenido 31 premios en Canadá, Inglaterra, Irlanda y España.

 

Francisco, ¿el cine se ha hecho necesariamente universal? ¿Cabe hoy en día la producción de éxito que se mantenga en límites locales?

 

El cine es un medio de comunicación que no entiende de fronteras, independientemente del idioma en el que esté rodado, ya que el lenguaje audiovisual es asimilado hoy por cualquier persona del mundo. Está dentro de todos nosotros. Cualquier niño de 5 años conoce a la perfección la narrativa cinematográfica.
Una película de éxito puede contar una historia local, pero ese mismo éxito le llevará a una distribución mundial. Hoy en día, el cine no es un fenómeno restringido a ser distribuido en un país solamente; y si esto sucede, es un completo error.

 

¿Qué impacto real crees que tiene hoy el cine como medio de comunicación de masas? ¿Está siendo devorado por otros canales más inmediatos o mantiene su capacidad de influencia?

 

El cine es un medio único y no es comparable a otras formas de comunicación. Cada uno tiene su lugar y todos pueden convivir porque todos son necesarios para la audiencia. El quid de la cuestión reside en la manera en que se publicita cada medio. La publicidad es clave a la hora de vender cualquier producto.

 

¿Cómo valoras la evolución actual del cine? ¿Hacia dónde crees que se dirige?

 

Las nuevas tecnologías posibilitan hacer realidad cosas que antes eran impensables.
Desde mi punto de vista, el cine va a evolucionar hacia algo nuevo, algo que parezca tan real como la vida misma y que permita que el espectador se involucre como un personaje más. Tal vez esto requiera de varias décadas de desarrollo.

 

¿Qué puede y qué no puede mostrarse hoy en la gran pantalla?

 

Supongo que todo cineasta tiene una responsabilidad en cuanto a que sus obras influyen en las nuevas generaciones, y a veces se crean hábitos negativos. Pero en ningún caso este planteamiento debe llevarse a la obsesión. Es deseable un control moderado de lo que se muestra.
En lo que no estoy de acuerdo es en las barreras creativas que muchas veces se imponen desde las propias productoras, y me refiero a las limitaciones tan habituales para que el cine sea igual en todas partes, cuando la variedad temática debería ser lo que primara.

 

Como director y guionista, ¿cuál es tu visión sobre la realidad de la piratería?

 

Obviamente la piratería tiene efectos negativos. Pero cuando algo sucede a gran escala, deberíamos plantearnos que tal vez estamos haciendo algo mal. Pensemos que la piratería es en realidad una llamada de atención. Veamos los pros de lo que nos sucede y superémonos. ¿Es lógico que un DVD cueste tan caro? ¿Y la entrada de cine? ¿Por qué ya no existen apenas los videoclubs? La industria del cine está cambiando, pero no analizamos por qué ni nos detenemos a pensar cuáles son las soluciones.
Los soportes físicos van a dejar de ser negocio. Todo va a tener que venderse y distribuirse por el internet del futuro, que también está cambiando. Y la gente del cine va a tener que pensar rápido porque es ahora o nunca. Los canales de distribución van a cambiar y los precios también deben cambiar. Las posibilidades son infinitas. Tenemos algo apasionante delante y no somos capaces ahora mismo de entenderlo bien.

¿Cómo se enfrenta un director al reto de plasmar una historia en el celuloide?

 

Es un reto grande, sí. Cada vez hay más competencia. Y aunque los medios de producción permiten ahora rodar con muy poco dinero, eso no significa que los canales de distribución sean mejores. Todo es precario en este sentido. No hay muchas oportunidades reales. Todo está confuso y mal organizado. Y lo que es peor, en España los sistemas de financiación cinematográfica siguen siendo los mismos. Es decir, sistemas estancados. El cine español tiene que adaptarse a un mercado mundial que demanda guiones de más calidad y producciones de más presupuesto para competir de manera internacional, todo esto exige inversión privada. Ya está bien de impedir que talentos nuevos lleguen. El cine español es algo de clanes. Es un gran error. Muchos productores en España no saben identificar el talento. Y no deberían tomarse mi crítica como un insulto, sino como idea para buscar otras opciones de trabajo que permitan más variedad de productos cinematográficos. Hay mucho talento oculto en España.

 

¿Qué necesita un director para desarrollar con éxito su labor? ¿Y un guionista? ¿Cuál es más difícil?

 

Las dos tareas son bien complicadas. Pero es obvio que sin guión, no hay película. Un buen guionista debe saber controlar su imaginación para adaptarse a una buena estructura narrativa para que su idea tenga éxito, para que sea entendida por todos.
Pero como todo trabajo cinematográfico, es una pieza más que no es nada sin las demás. Piezas y más piezas, capas y más capas para crear una historia completa con sentido.
Tanto el director como el guionista necesitan grandes dosis de inspiración, pasión y disciplina, que se publicite bien su labor, un mercado receptivo, y, sobre todo, unos valientes productores que se arriesguen por lo diferente para que la industria evolucione. Y no estoy hablando del cine experimental, que a mí personalmente no me interesa, sino de un cine que conjugue arte y espectáculo. Deberíamos desterrar la palabra “enchufe” y “clanes” del mundo del cine.

 

¿Con qué genero del cine te quedas? ¿Por qué?

 

Con el thriller, pero un thriller con dosis de humor. Así como hacía Hitchcock.
El thriller te permite controlar más y mejor la trama y de esa manera puedes llegar de una manera más directa al espectador. Sin embargo, todo género es bueno para mí siempre que la historia tenga calidad. Sé de muchos que dirán que los términos bueno y malo son discutibles, que dependen del cristal con que se mire. Y puede ser en algunos casos. Aunque la calidad con mayúsculas siempre se nota.

 

¿Cuáles crees que son las principales dificultades y oportunidades a las que se enfrenta este sector ahora? ¿Qué pedirías para el futuro?

 

Estamos en una época de cambios profundos, tanto en el sector cinematográfico como en la sociedad. Todo esto genera tensiones e incertidumbre, pero las cosas deberían ir bien siempre que los productores sean bien instruidos en lo referente a qué es talento y cómo buscar nuevas formas de financiación más eficaces, que los distribuidores sean imaginativos y creen nuevos canales de distribución más flexibles con un precio reducido que permita ver más películas y mejor. El público vería más cine si fuera más barato y más fácil de ver. La tecnología ya está lista. No es necesario ver cine en una sala de cine. Hoy en día se puede ver con cualquier dispositivo. Todo esto demuestra que el cine es negocio y arte al mismo tiempo.

 

Muchas gracias, Francisco, por acercarnos a esta industria tan apasionante.

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